LOS JJOO Y LA PARTICIPACIÓN ARGENTINA
(Capítulo XIII)
MONTREAL 1976
Fueron los primeros Juegos en los que Argentina participó sin lograr medallas. Setenta de nuestros deportistas viajaron a Canadá para mantener el espíritu olímpico encendido e intervenir en la fiesta más grande del deporte mundial.
El atletismo, el boxeo, el ciclismo, la equitación, la esgrima, el hockey sobre césped, el judo, la lucha, la natación, el remo, el tiro y el yatching retornaron con caras tristes y llenas de frustración por haber cortado una racha de once participaciones olímpicas consecutivas obteniendo medallas.
Distintos nombres no desarrollaron la actuación deseada. Pero, como siempre, y de eso no quedan dudas, los deportistas argentinos se esforzaron al máximo de sus condiciones para dar lo mejor y hacer figurar al país en la elite deportiva mundial. Pero a esta altura, la diferencia entre el deportista amateur de Argentina y el atleta de las potencias era cada vez más grande.
La distinción en Montreal fue para una niña rumana que dejó boca abierta a todo el mundo con su talento. Con apenas 14 años, 1,50 de estatura y 40 kilos, Nadia Comaneci fue la reina indiscutible de esos juegos, convirtiéndose en la primera gimnasta en lograr la puntuación máxima: 10. Consiguió 7 dieces más:3 por equipos, 2 en el absoluto individual y otros 2 en las finales de paralelas y barra. Al no estar preparados para tal puntuación, puesto a que el máximo siempre fue de tres dígitos, los marcadores electrónicos de las puntuaciones mostraron un imborrable 1,00. Comaneci ganó 3 medallas de oro (absoluta individual, barra y asimétricas), 1 de plata (por equipos) y el bronce en suelo. Un leyenda de la historia olímpica que difícilmente alguien logre igualar.
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