¡OTRA VEZ EL REAL!
El Real Madrid levantó su Undécima orejona, nuevamente en el derbi español que se trasladó a Milán batió al Atleti de Simeone. Una final de película con paridad en 120 minutos y un cierre dramático en tanda de penales.
Desde Milano.- “Tengo claro que del segundo no se acuerda
nadie. Perder dos finales es un fracaso. Ahora tenemos que curarnos las heridas
en casa”, sentenció Diego Simeone en conferencia a los pocos minutos de ver
como el Real Madrid levantaba el trofeo. Al
Atlético de Madrid dirigido por el Cholo,
otra vez se le escapó la gloria de Europa en un epílogo lleno de tensión ante
su vecino madrileño. Otra vez quedó a poca distancia de la orejona, pero sin lograr alzarla. Esta vez no fue con un gol en
el tiempo extra, sino en una infartante definición por penales que culminó con
el grito de campeón para Cristiano Ronaldo y el abrazo de los dirigidos por
Zinedine Zidane.
Otra vez los
merengues tuvieron la presencia en área propia y contraria de su gran
capitán Sergio Ramos. El cabezazo del sevillano a los 93 minutos en la final de
2014 supuso el principio del fin colchonero en Lisboa y este sábado en
San Siro apareció con otro gol clave a los 14 minutos, cuando casi sobre la
línea empujó un balón peinado por Gareth Bale. La final 2016 empezaba como
terminó el tiempo regular la del derbi en 2014: Ramos festejando para el Real Madrid.
El Atleti,
fiel a su estilo de lucha en todo el campo, no se desvaneció con ese baldazo de
agua helada inicial y fue al ataque creando peligro, aunque perdió un par
pelotas en el medio que comprometieron su defensa. Se notaba el nerviosismo de
los dirigidos por el Cholo, pero lo fueron superando hasta controlar el
mando del juego por necesidad. Y porque los de Zidane retrocedieron aunque sin
correr grandes riesgos, ya que el francés Antoine Griezmann y el Niño Torres no estaban precisos. Así
finalizó el primer tiempo.
Para el
complemento Simeone movió fichas en la desesperada busca del empate: metió en
cancha al belga Yannick Carrasco en lugar de Augusto Fernández, buscando ser
más picante ofensivamente y velocidad para herir a los blancos. Surtió efecto
instantáneo: el Atleti tuvo agresividad y al minuto, Pepe le hizo un
penal grosero a Torres. Fue Griezmann el encargado de patear, la figura en
semifinal, pero su remate no tuvo destino de red y explotó el travesaño. La
final en San Siro comenzaba a tener flashes cinematográficas dramáticos.
Luego
Carvajal se lesionó e ingresó Danilo. La aparición de Carrasco continuó
elevando al Atlético con dos jugadas que avisaban que el empate estaba al caer:
una con remate de Koke, y otra con volea de Saúl. Aunque el Real también pudo
haber sentenciado la final con remates de Benzema y Cristiano Ronaldo, bien
salvados por Oblak. El Atleti dominaba
pero no concretaba, mientras el tinte dramático del film tenía escenas de
agotamiento y estrés. Jugadores del Real que corrían a cuentagotas agobiados
por el asedio en cualquier parte de los
colchoneros, a quienes a su vez se les comenzaba a acabar la nafta y sin
lograr el empate.
El
Real sin tanto merecimiento se estaba quedando con el partido. Hasta que llegó
el minuto 79' para agregar más suspenso en el Guissepe Meazza: Juanfran metió
la bola en último cuarto de cancha, Torres mandó centro de primera y el belga
Carrasco remató enviando la pelota dentro del arco. Llegó el empate en una
jugada a velocidad de play station.
Otro
capítulo en la final había comenzado. Igualados en uno, ahora los de Simeone
parecían mejor física y anímicamente para marcar el tanto de la victoria. Pero el
Atlético no aprovechó su momento y sumado al agotamiento merengue, ninguno se
proclamó campeón en tiempo regular. Habría 30 minutos más de tensión en tiempo
suplementario, al que ya ambos equipos llegaron con escaso resto físico.
La
prórroga se jugó con jugadores fundidos de los dos lados, a excepción de
Carrasco que generaba riesgo con su energía inagotable por la izquierda. Los
demás jugadores trotaban la cancha. El Atlético tenía más el control del juego
en los pies del belga, aunque al final del primer tiempo el Real se puso al
ataque sin tener relevancia. Los últimos quince minutos fueron más dramáticos
aún, con mayoría de jugadores sin piernas como Bale, Modric, Filipe Luiz, Koke…
Ya ninguno podía más como para torcer la historia de ir a penales.
Desde
los doce pasos todos los merengues convirtieron, Juanfran estalló el poste en
un penal y CR7 convirtio para que la Champions se quede en la Casablanca. Otra vez la potencia de sus
individualidades hizo que en los penales no fallara ninguno. Pateó Sergio
Ramos, Bale, Marcelo, Lucas Vázquez y definió Cristiano, quién nuevamente se
quedó con la foto del campeonato por ser el autor del penal que le dio otra
Copa al Real Madrid.
Estuvo
más cerca esta vez el Atlético de Madrid que en Lisboa, mereció un poquito más
en el tiempo regular. Pero en el fútbol tiene mucha incidencia la gran calidad
de cada uno de los jugadores y eso sentenció esta final. En los penales ninguna
de las estrellas del Real Madrid se equivocó. Por eso se llevó la Undécima.
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