miércoles, 7 de septiembre de 2016

DEL POTRO EN US OPEN

De Wild Card Win Card

Por @JonyFabbian

"Poco a poco voy jugando mejor. Los rivales son cada vez más difíciles. Pero yo también estoy en mejor nivel". Confianza en su juego. ¿Y cómo no confiar?

Si las torres de Manhattan se iluminan al ver una fantástica versión de la mejor derecha del circuito en casa, el US Open: la derecha de la Torre de Tandil. Imposible no tenerse fe si estás mostrando una combinación de tenis que asusta a cualquier grande.
Derecha intimidante, una potencia de saque que lastima como en sus mejores tiempos, un drive aplastante, un revés con slice de orquesta, más un viaje a la red con un manejo de tiempo y espacio digno de un jugador Top. Del jugador Top que es.  Esas actitudes conjugadas con una concentración máxima, hacen de Juan Martín del Potro, el tenista en New York al que los mejores tenistas del circuito prefieren evitar antes de la final.

La posición 142º en el ranking con la que llegó al cemento estadounidense, no le daba buen augurio en los cruces. Precisó una Wild Card para jugar en el torneo. Pero el nivel mostrado en los Juegos Olímpicos, es lo que lo motivaba a él para seguir escalando en su competencia propia: llegar a su mejor nivel. El gran objetivo que está cumpliendo con creces. 

De pensar con que rival duro se podía chocar desde arranque, debido a entrar por invitación y un mal ranking, la historia se dio vuelta y son los favoritos los que esperan para que no les toque Delpo en primera semana.
Delpo a su magistral talento con la raqueta le volvió a imprimir la mentalidad ganadora, lo que diferencia un gran jugador con uno de los mejores del mundo. Esa fortaleza mental que viene mostrando el hombre de Tandil.

“Estoy en Cuartos, donde están los mejores. Son todos candidatos a ganar. Y disfruto mucho de lo que me está pasando”. Se lo ve feliz, distendido, haciendo bromas con su ranking… alegando que ahora nunca es favorito y casi que se siente cómodo por eso. Que goza de estar jugando en los torneos más importantes, ajustando tuercas y elevando su rendimiento para llegar a su mejor versión.  
La mentalidad, punto fundamental para que su talento vuelva a marcar diferencia. Ese chip ganador que muestra en su juego, que también muestra cuando habla.
“Me dijeron que me tocaba Djokovic de arranque y es de esos partidos que me encanta jugar. Aunque es un rival que nadie se quiere cruzar en primera instancia. Hubiese preferido enfrentar a otro. Pero creo que él tampoco debe estar muy contento de que le haya tocado yo”. Palabras más, palabras menos, se expresaba con seguridad tras haber sido sorteado para jugar con el Nº 1 en el primer partido de los Juegos Rio 2016.

Y fue en Río 2016 donde volvió a elevarse la Torre de Tandil, y canalizó en altísimo nivel su preparación de todo el año desde su regreso. Escenografía olímpica, la mejor energía deportiva para impulsar el cambio de chip. Así se llevó puesto a Nole y a Rafa Nadal entre otros, para jugar una enorme final ante Murray y coronarse con la medalla de plata.

Una plata que valió oro. El retorno a la conversación entre los grandes. Haciendo sufrir con su tenis a cada uno de ellos en fila. Y un detalle: demostrándose a sí mismo que estaba muy bien en lo técnico, en lo físico y especialmente en lo mental.
Volver a estar a nivel top, ese fue su oro. Estar en el podio, un título que poco imaginó cuando estaba en un quirófano estadounidense  por ser operado de su muñeca izquierda por tercera vez. Si hasta por su cabeza deambuló la posibilidad de no volver a empuñar una raqueta en el circuito profesional. "Esto es mucho más grande de lo que podía imaginar. Cuando vi el sorteo, pensé que a los pocos días iba a estar con mis amigos en Tandil comiendo un asado, pero el sueño se iba haciendo cada vez más posible. Casi no vuelvo a jugar al tenis. Se me cruzó muchas veces por la cabeza. Veía la lesión muy complicada, sin poder resolverla, y estar fuera de competencia es lo más difícil del mundo para un deportista".


La historia tenística de Juan Martín es hollywoodense. Emulando la leyenda de Ave Fenix, que marca que hay que morir un poco para renacer luego en una versión más fuerte y más sabía mentalmente.

Y Delpo murió tenísticamente por dos años dramáticos debido a la mencionada muñeca izquierda, que lo obligó a pasar tres veces por un bisturí y que osó con privarlo de lo que más le gusta: soltar esa derecha con tiros letales en una cancha de tenis para hacer vibrar a los espectadores que saben apreciar el buen juego.

¡Pero volvió! Cuan Ave Fenix en una versión más fuerte y con mentalidad superior para ir con todo a su meta: disfrutar y volver a las grandes ligas. "Me pasó lo peor que a un deportista le puede pasar. Hoy puedo hablar desde una cancha de tenis, mostrando mi juego, consiguiendo una medalla para el país. Mi nivel me llena de ilusión. El gran objetivo es curarme del todo, levantarme, pegarle tan fuerte de revés como de derecha y ponerme bien en todos los aspectos para la temporada que viene jugar de igual a igual con los mejores”.

Vaya si lo está logrando. Un click motivado por el mágico espíritu olímpico, el de superarse a sí mismo, que lo hizo elevarse cada vez más cerca de su meta a velocidad de un Formula 1."Jugué partidos inolvidables, con un nivel que me sorprendió hasta a mí mismo: aguantaba físicamente, la mano me dejaba jugar, la derecha iba cada vez más fuerte. No sé si alguna vez jugué tan bien al tenis como con Djokovic. Es algo maravilloso".


Es asombroso ver la levantada de un atleta como lo estamos viendo con Del Potro. Una levantada que se está consolidando y potenciando en el US Open. Pavada de escenografía. Tal vez el mejor lugar para la bestial explosión. Es que en Flushing Meadows la Torre de Tandil se topaba en una final inolvidable ante el mejor Roger Federer y alzaba el trofeo allá por el 2009.

El Arthur Ashe es un hogar que le sienta muy bien a Delpo. Esa combinación extraordinaria geográfica, física y mental hace que se pueda disfrutar de un tenista top. “No sé si estoy jugando tan bien como antes, pero estoy ganando y eso es lo importante. Ojalá llegue muy lejos aquí, porque amo esta atmósfera. Siento una conexión, me siento muy identificado con estos aficionados”, reconoció luego de pasar a Dominic Thiem -abandonó por dolor en su rodilla- e ingresar al calendario de Cuartos de final donde se medirá con Stan Wawrinka.

Se convirtió en el jugador con peor ranking en acceder a esta instancia en los últimos 25 años con el puesto 142. Jimmy Connors lo había logrado en 1991 arrancando el torneo Nº 171. Ahora le espera un cruce en el que las luces neoyorkinas enfocaran con atención ante Wawrinka. El público neoyorkino lo idolatra y es feliz cuando lo tiene en cancha. Y su cabeza lo sabe. Esa cabeza que va ganando duelos propios y derribando conos ajenos en el circuito.

El Ave Fenix con raqueta. Con sus 198 centímetros y esa derecha desafiante, está en el lugar donde mejor se siente, para volver a triunfar a lo grande. En la Gran Manzana, donde lo invitaron para agigantar la Torre. Esa invitación especial para volver a disfrutar jugar. Y Del Potro la transformó en su carta ganadora… De Wild Card a Win Card.

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