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| La alegría de los Ticos, la gran revelación del mundial derrotando a dos campeones del mundo. |
El Segundo giro del carrusel mundialista dio a luz las primeras certezas. Para empezar, son seis los seleccionados que sacaron la sortija y se aseguraron a menos una vuelta más: la desconcertante Argentina, la impactante Holanda, los aplicados Chile y Colombia, el tímido Bélgica y el sorprendente Costa Rica, el convidado de piedra en el “Grupo de la Muerte”.
También están los que quedaron tan mareados que se bajarán apenas terminen de gastar los tres boletos con los que llegaron a Brasil. Fuera de juego quedaron Camerún, Australia, Bosnia y dos campeones del mundo: España e Inglaterra. Otro de los que alguna vez levantó la Copa seguirá el mismo camino: Italia o Uruguay. El destino les reservó un mano a mano para definir a suerte y verdad quién se queda y quién se va al término de la primera fase. Igual que en el ’50, cuando protagonizaron el legendario Maracanazo, los “charrúas” necesitan de una hazaña, ya que el empate no les alcanzará para conseguir el objetivo. Sin el brillo de Diego Forlán –lo que queda del Balón de Oro en Sudáfrica 2010 reposa sin más ambiciones en el banco de suplentes -, el equipo del “Maestro” Tabarez deberá apelar una vez más a su reconocida garra, y también necesitará que se repitan los goles de Luis Suárez, “el Pistolero”, su nuevo héroe nacional. ¿Por qué no? En la adversidad, Uruguay ya exhibió un gesto de orgullo y de rebeldía del que carecieron, por caso, españoles e ingleses, cuyas ilusiones se desvanecieron en menos de una semana.
Todo indica que en las próximas horas Brasil sellará su pasaporte a los octavos de final. El Scratch espera que el duelo ante los cameruneses sea el punto de partida de algo mejor. Por ahora le alcanza con la frescura de Neymar y el impulso que le otorga su condición de anfitrión, pero sabe que no convence. En el conjunto de Felipao el “doble cinco” carece de presencia, las “segundas guitarras” no suenan afinadas y los de arriba ni siquiera se parecen brasileños. Viendo a Fred, Hulk y Jó, ¡cuánto se extraña a Ronaldinho! Y ni hablar del lagrimón que a más de uno se le pianta al verlo a Kaká sacando fotos en las plateas. Pero “Felipao” los prefiere obedientes, y ahí están los que están.
El espectáculo, por ahora, sigue presente. A mitad de camino, la película del Mundial ya tiene 94 festejos, con un promedio de 2.93 por encuentro. Sólo tres equipos (Camerún, Grecia e Irán) se dejaron los goles en las valijas, mientras que Holanda y Francia gritaron ocho veces en apenas 180 minutos. Los naranjas y los galos son, precisamente, los que han demostrado mayor autoridad adentro del campo de juego. Sus triunfos fueron indiscutidos y hasta tuvieron pasajes brillantes; todo lo contrario de Bélgica y Argentina, que ganan, pero no gustan y mucho menos golean.
“Teniendo a Messi, todo es posible”, refirió Alejandro Sabella, el seleccionador albiceleste, luego del angustioso 1-0 frente a Irán. Tan tranquilizadora como, preocupante la reflexión del hasta ahora dubitativo entrenador. Finalmente, aplausos para Chile, Colombia, Costa Rica y México, que en breve resolverá su destino ante la Croacia de Luca Modric e Ivan Rakitic. También algunos signos de interrogación para una Italia que hace lo que puede entre la dependencia de Pirlo y la soledad de Balotelli. ¿Alemania? Sufrió un poco ante Ghana, pero corrigió a tiempo con táctica, entrega y nombres importantes que saltaron desde el lote de relevos. El resto deambula entre permanecer y marcharse, entre ser y no ser.
Hugo Caric
@HugoCaric
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