domingo, 13 de julio de 2014

FINAL BRASIL 2014: ALEMANIA 1 - ARGENTINA 0

 
UN GRAN EQUIPO, 
CON LÁGRIMAS DE SUBCAMPEÓN


La Argentina perdió con Alemania en la final del Mundial 1-0 con un gol en el segundo tiempo del suplementario. El equipo jugó su mejor partido en la Copa y fue verdaderamente un equipo, pero fallaron los delanteros en la definición. Higuaín, Messi y Palacio tuvieron la chance, aunque no dispararon al arco. Y Alemania aprovechó la suya a cinco minutos de los penales. De todos modos, esta Selección hizo un gran torneo y se volvió a ganar el respeto como potencia gracias a éstos jugadores.

Caras largas imposibles de disimular al término de la final
La entrega que tuvo este equipo no se puede discutir. Llegaba de punto a la final, Alemania era la favorita: las webs de apuestas pagaban casi el doble por una victoria argentina. Los medios europeos, en su mayoría, daban por ganador a los alemanes sin dudarlo. L'Equipe, el diario deportivo francés por excelencia, en cambio exponía las razones por las que Argentina tenía capacidad para ganar este encuentro.

Los muchachos argentinos eran concientes de la complicada parada que tenían, pero llegaban con pilas recargadas tras la definición por penales ante Holanda en las semifinales. Los alemanes, en cambio, agrandadísimos tras el 7-1 a Brasil en esa misma instancia.

Los 90' iniciales tuvieron a la Argentina con una leve ventaja: llegó mucho mas al arco rival y con situaciones mucho mas claras que los alemanes, pero ellos eran quienes tenían una pequeña superioridad en la posesión de la pelota. El primer tiempo fue de un ida y vuelta permanente, debido a que Argentina no oponía resistencia en la mitad de la cancha, pero con una buena defensa frenaba toda aproximación rival. Dos situaciones claras -mano a mano- de Higuaín podrían haber puesto en ventaja a Argentina sin complicaciones. Poco a poco, a Alemania le costaba arrimarse cada vez mas al área protegida por Romero debido a que el conjunto dirigido por Sabella empezó a presionar mas en el centro de la cancha. Entre tanto, Higuaín convirtió un gol -bien- anulado por el juez de línea por posición adelantada a los 29', aunque claro, fue gritado por todo un país, nutriendo así la ilusión de salir campeón del mundo tras 24 años.

El tiempo extra fue un partido diferente. Ambos equipos salieron a matar o morir: sabían que un error podía costar el partido, y aquí el físico del equipo argentino empezó a ser un factor determinante. Resulta que la Argentina tuvo un día menos de descanso -jugó el miércoles, mientras que Alemania el martes- y además tuvo un duro partido que implicó jugar tiempo suplementario y luego definición por penales. Alemania, la tuvo sencillísima ante Brasil con un 7-1 categórico. Es cierto, un día mas no es mucho... Pero a este nivel, con semejante adrenalina, agotamiento, viajes, stress emocional y con tan pocos días entre partidos, un día es muchísimo. Y pareciera que Alemania sacó provecho de esta situación en los dos tiempos suplementarios. Argentina iba, empujaba, y corría, pero se percibía que esto era más por las ganas de ganar, por la garra puesta para sacar campeón del mundo al país y que el resto físico que quedaba era realmente poco. De esta forma, a los 112' de partido -cuando solo quedaban 8`para la definición por penales- Mario Götze empujó la pelota hacia adentro del arco y Chiquito Romero no pudo hacer nada. A ver si me explico mejor: no fue Romero el que no pudo hacer nada, sino que ningún arquero hubiera podido hacer algo. Fue una jugada rápida, que salió desde el medio de la cancha, a pura velocidad, mucha dirección, eficacia y en la que solo participaron tres jugadores. La defensa argentina quedó mal parada -y ya sin resto físico, como decíamos-, sumado a que el pase-gol fue perfecto, que el goleador estaba prácticamente sin marca y el remate al arco no le dio chances al arquero nacional, que venía haciendo un partido impecable.

Claro, la derrota no tiene consuelo hoy para los jugadores albicelestes. Imposible que la tenga. Una derrota siempre duele, y más cuando se produce de esta forma, en una final del mundo, instancia que no se alcanzaba hacía 24 años. Mañana por la mañana llegarán al país, y se espera que se haga un gran recibimiento para la selección. La multitud porteña se agolpó en el Obelisco para festejar, aunque luego todo terminó en graves incidentes (próximamente ampliaremos este ítem). Todo no podía ser perfecto, pero el segundo puesto es muy digno y merecido para este equipo, que estuvo al borde de torcer el resultado por todo lo explicado en esta nota. Fue un orgullo ver a un grupo de jugadores que transpiraron la camiseta y tuvieron grandes actuaciones en los últimos tres partidos de la Copa. La razón fue que se transformaron un equipo. Algo que faltaba. Ahora se puede afirmar con certeza que: Argentina fue un equipo.




El árbitro
El italiano Nicola Rizzoli merece un párrafo aparte con respecto a lo sucedido en este partido. Jugadas polémicas no faltaron. Principalmente, sobre una acción cometida por Neuer, el arquero alemán, a Higuaín a los 55' de partido. Tras un pase largo para Higuaín, que estaba habilitado, el arquero sale de su arco y salta de tal forma que choca fuertemente el cuello de Pipita con su rodilla, aunque antes llegó con las manos al balón, lo hizo de forma temeraria y el argentino quedó tendido en el suelo. ¿Qué cobró Rizzoli? Falta de Higuaín y tiro libre para Alemania, mientras para muchos debió haber pitado penal y como mínimo amonestación para Neuer. 


Premiación
Tras la final, Lionel Messi fue premiado con el Balón de Oro, premio que se le entrega al mejor jugador del mundial. Claro está que Messi hizo un buen papel -golazos en la primera fase-, aunque su actuación en los últimos partidos -semi y final- fue baja teniendo en cuenta que es el mejor del mundo, siempre se esperó más de él y no terminó de explotar. De todas formas, igual se lo premió con el Balón de Oro. En cambio, Mascherano también estaba nominado y, si bien fue un jugador con presencia y fundamental en todo el recorrido de la Argentina hasta la final, no le entregaron la distinción. El marketing y Adidas serán las razones por las que Messi se quedó con un premio, que tal vez era más merecido para jugadores como Arjen Robben, James Rodriguez y Mascherano.


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