UN JUGADOR HECHO A LA MEDIDA DE LA ARGENTINA
Con Juan Martín Del Potro ausente y un David Nalbandian lejos de su plenitud, Argentina encontró en la Copa Davis a una figura inesperada: Carlos Berlocq, un jugador de 30 años que, consciente de sus limitaciones y firme en sus convicciones, logró la epopeya en el último punto de la serie ante Gilles Simon, para que el equipo nacional derrote a Francia y pase a semifinales. Siempre dispuesto a dar batalla, el oriundo de Chascomús se metió en el corazón de los argentinos, y se convirtió en pieza fundamental para lo que viene.
Berlocq contó con una hinchada incondicional durante todo el encuentro |
La Copa Davis es el torneo que mas quieren y anhelan los aficionados argentinos del tenis, aunque hay jugadores del circuito que lo consideran una piedra en el calendario en determinados años. Pasó con el mismísimo Rafa Nadal la temporada pasada, y así lo entendió Juan Martín Del Potro en la presente, quien decidió obviarlo en el 2013. Por otro lado, David Nalbandian sigue aportando lo suyo, pero se encuentra lejos de su esplendor físico y tenístico.
Con todo esto, sumado a rumores de mala relación dentro del grupo, el equipo argentino arrancó la temporada de Copa Davis. Pero contra Alemania, en octavos de final, comenzó a aparecer una rueda de auxilio a los problemas. Se trataba de un jugador de 30 años, ubicado mundialmente fuera de los 50 mejores del ranking. Un tal Charly Berlocq, quien ya mostraba de qué esta hecho, venciendo en 5 sets a un jugador germano de mejor cartel, como lo es Philip Kohlschreiver, y ganándose así la ovación de todo el Parque Roca.
Hay una máxima que identifica a Charly: en la Copa Davis no hay ranking que valga, son partidos aparte, y, cuando el rival es superior en calidad, igualmente siempre se puede dar algo más. Así piensa un jugador copero, y así lo volvió a demostrar Berlocq en la serie de cuartos de final frente a Francia, siempre siendo consciente de que, por ahí, muchas veces es superado en talento y riqueza técnica, pero exhibiendo todo su repertorio: correr, luchar y no dar pelota por perdida. Así lo hizo frente a un Top Ten como Jo Wilfried Tsonga, llevándolo a un quinto set, en un partido que finalmente perdió, pero dando aviso de lo que iba a suceder dos días después.
Ante Gilles Simon, número 12 del mundo, el de Chascomús debía definir la serie. Según declaraciones propias, tenía miedo antes de salir a la cancha. Hubiera deseado que Mónaco venciera a Tsonga para no tener que cargar con semejante presión, pero sucedió lo contrario. Sin embargo, otro de los atributos de Berlocq es no achicarse, e utilizar a su favor la carga de un estadio lleno y de un equipo para agrandarse dentro de la cancha. Así es Charly, así es un jugador copero. Y así fue: tras una verdadera epopeya que duró casi cuatro horas, le dio el triunfo a la Argentina en 4 sets. Mostró lo mejor de su tenis, y estuvo a la altura de las dificultades lógicas de un partido de semejante exigencia. Berlocq supo suplir sus limitaciones apoyándose en sus virtudes, como lo es su capacidad de batallar horas y horas dentro de una cancha. De esa manera, se metió dentro del corazón de los argentinos amantes del tenis.
Ante la ausencia de la gran figura argentina en esta Copa Davis, la gente encontró un héroe, y el equipo encontró un arma, teniendo en cuenta lo que se viene, que es nada menos que República Checa. Porque Carlos Berlocq demuestra serie tras serie que, por más que no sea un tenista especialmente dotado de riqueza técnica y talento, es un jugador hecho a la medida de la Argentina para la Copa Davis.
Nicolás Scannone
@nicoli93
Qué buen artículo!!!! Felicitaciones!!!!
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